46. FINALMENTE... SIN FINISH LINE

Yo, haciendo turismo mientras espero, delante del Palacio Real de Ulan Bator

A C T U A L I Z A C I Ó N 2

Nada, después de cinco días aquí aburrido, he tirado la toalla, me quedo sin "Finish Line". Los problemas burocráticos no se solucionan y los coches siguen si poder pasar. Me llegan noticias de otros equipos -entre ellos del otro equipo de mi localidad, el "Elcano"-, de que están, igualmente, colgados en la frontera oeste y muertos de frío; y ni siquiera tenían el teléfono del contacto de la Organización.

He perdido cinco días tontamente, esperando que se solucionaran las cosas sin que, de momento, se vislumbre un final. Quería ofrecerle a mi mujer, Pilar, la imagen de la llegada triunfante a Ulan Bator como regalo de cumpleños que fue ayer, 5 de agosto (¡Felicidades, Mami!). Pero ya me he cansado de esperar. Intentaré pillar un avión que me lleve a Moscú y largarme de vuelta lo antes posible. He visto en Ulaan Baator unos edificios que nada tienen que envidiar a los que hoy se construyen en Madrid o, incluso en Dubai. Igual es que no quieren coches viejos ni los necesitan para su huérfanos.

En fin, esto es una especie de despedida. Actualizaré a mi llegada a Madrid, para que todos aquellos que me han seguido se queden tranquilos. Hoy han llamado a Pilar de la radio "Onda Cero", para un reportaje o entrevista, parece que seguían mi aventura a través del blog. Asi que, por favor, los medios periodísticos que se vayan poniendo a la cola... Se atenderá a todos por riguroso orden de recepción de la pertinente petición, ¡cuándo deje de firmar autógrafos, claro! jajaja.

Besos a todos.

Fotos del blog del Equipo "Don Quijote y Dulcinea", participantes en el Mongol Rally 2008 y que, afortunadamente, ellos si que tuvieron su "Finish Line".

45. UNA ACTUALIZACIÓN, CON DESPEDIDA Y CIERRE

¡Adiós, compañero!

Ayer colgué lo que yo suponía el último post tal como lo tenía pensado. De todas formas, ahora al repasarlo, noto que me ha quedado un regusto amargo y el entusiasmo no es todo el que debería tener en estos momentos. Pues debo hacer una aclaración, para ser justos.

Efectivamente yo estoy en Ulan Bator. Pero, la realidad es que a lo largo del día de ayer, lunes, la organización fue incapaz de gestionar la entrada del coche en Mongolia. Dicen que es porque el ministro de aduanas estaba desaparecido, lo mismo que me dijeron el viernes cuando afirmaban que ya había firmado.

He esperado todo el fin de semana en Darkhan, pero ante la posibilidad de que esta situación se prolongara indefinidamente decidí entregar o dejar el coche, con gran dolor de mi corazón, en la aduana de entrada al país, y que la organización se encargue de recuperarlo para sus fines. Así que el coche, mi coche, infatigable compañero de viaje se ha quedado allí definitivamente, en la frontera. Hoy entregaré las llaves y la documentación a un tal Bob, el contacto de la organización que se hará cargo de los últimos trámites. Otros tres equipos hicieron lo mismo ante el hecho de no tener garantías de que el problema de paso se pueda resolver ni en horas ni en días, como me temo que será. Este problema les pasa también a los equipos que entran por la frontera oeste, que tampoco les dejan pasar. No parece que seamos bien recibidos.


Es una pena que la aventura y, lo que es peor, su parte benéfica, quede así un poco desvirtuada por la incapacidad de las autoridades del país en dejarse ayudar –son recalcitrantes hasta en su pobreza-, y en parte por la incapacidad de la organización de dejar estos temas atados. Pero yo he cumplido y así lo siento. En el primer avión que pille me iré de vuelta para Madrid, dando por finalizada mi aventura en el Mongol Rally de una manera un poco agridulce.

Un abrazo muy grande a todos, nos vemos en unos días. Y, antes de poner el fin, os dejo unas últimas fotos, para que quede constancia de que yo también he fotografíado los inevitables camellos y tiendas de los nómadas mongoles.

A C T U A L I Z A C I Ó N

De nuevo tengo que rectificar... ¡Dónde dije digo, digo Diego!. Bob, de la organización, y los componentes de los otros equipos que han llegado hasta aquí, me han convencido para quedarme hasta mañana. Quieren hacer las fotos oficiales conmigo, puesto que he sido el primero en llegar, y mis compañeros me respetan la posición. La verdad es que tengo ganas de volver a casa, pero después de haber llegado hasta aquí, sabiendo que no es fácil que vuelva alguna vez, me quedaría insatisfecho y un poco triste, si me voy así, dejando el coche en la frontera y sin las satisfacción del deber cumplido.

Lo siento por vosotros, mis lectores, a los que estoy loqueando; espero que sepáis comprender que al escribir este blog casi en tiempo real, son muchos los cambios que le he tenido que dar a este supuesto post final. Espero, y ahora sí, que mañana sea la "refinitiva". Por hoy nada más. Besos.

44. 15ª ETAPA Y: ULAAN BAATOR..... POR FIN (PERO A PIE)

Parece que solucionados todos los trámites burocráticos puedo anunciar al mundo en general - y a mi mujer en particular-, que hoy sobre las cinco de la tarde (hora española) he alcanzado el final de mi viaje, pero a pié. Estoy en Ulaan Baator, capital de Mongolia y final del trayecto, aunque el coche se ha quedado en la frontera. Es increíble. Ni en el más optimista de mis sueños pensaba que podría llegar hasta aquí. Hoy se me acumulan las emociones y suelto toda la tensión acumulada. La vuelta es en avión, por supuesto. Y desde aquí, en este momento, no puedo dejar de tener un recuerdo para mi mujer, que había puesto tantas ilusiones como yo en este viaje. Hoy soy consciente, de que con un pie en mal estado no podría haber hecho esta travesía.

El Mongol Rally, y con el la meta que me había marchado, ha sido conseguido, aunque el coche siga en la frontera, como digo. Intentaré entregar la documentación del coche cuanto antes y volverme para mi casa, para platearme nuevos retos y nuevas aventuras. Espero que los trámites para que se hagan cargo del coche y de los donativos no sean muy pesados. Tampoco sé todavía si he sido el primero en llegar, pues la organización parece despistada. Estos dos últimos días de espera se me han hecho un poco pesados. Ya tengo ganas de regrasar.

En estas horas que he pasado por Mongolia matando el tiempo he aprovechado para hacer algo de turismo. Os dejo unas imágenes de estas últimas cuarenta y ocho horas. Son dos fotos de un pequeño convento budista en Darkhan. Ceo que fui el primer extranjero en intentar visitarlo, pero fracasé. Esto es, realmente, lo único interesante que hay en el pueblo, el resto son casas viejas y la gente buscándose la vida. Una de las fotos del convento está sacada por encima de la valla, subido en una piedra con grave riesgo de mi vida. Espero que la valoréis.

Bueno, si puedo luego os cuento algo de mi llegada a Ulaan Baator (como lo escriben ellos) y mando algunas fotos con la copa y los laureles y eso, jajaja. Besos a todos y, una vez más, gracias por vuesto apoyo y vuestros ánimos. Creo que sin vuestro aliento no hubiera sido capaz de llegar hasta aquí.

43. ¡A VILLANUEVA DE LA CAÑADA, 10.356 KM.!

Bueno, como hoy no tengo mucho que contar, pues sigo a la espera -y con la esperanza- de que mañana pueda cruzar la frontera de nuevo, y esta vez con el coche, os propongo un reportaje fotográfico de estos dos días últimos. Entre ellas se puede ver una foto del famoso tren transiberiano; algunas construcciones típicas de la zona; la venta ambulante en la orilla de la carretera (creo que en todas partes se recurren a los mismos trucos comerciales, pues me acordé de esos puestos que en España venden "melones" o "pimientos de Padrón"); algunas fotos del coche y una del autobús; y una escultura con los viejos símbolos comunistas: la hoz, el martillo y la estrella roja, etc. Y cómo nota curiosa: una señal indicativa de que a Villanueva de la Cañada hay exactamente 10.356 Km. ¡Dios, qué lejos estoy de casa..!

42. EN LA FRONTERA - DARKHAN

Ayer plasmé aquí mis inquietudes. Mis peores presagios – o debería decir los de la organización-, se han cumplido. Efectivamente, la frontera está abierta, y yo he podido entrar. De hecho estoy en una ciudad que se llama Darkhan, a 200 Km. de Ulan Batror, pero el coche no. He tenido que dejarlo en la frontera de momento porque, como me decían en “The Adventurist”, aunque el Ministro de Economía ha firmado ya los papeles pertinentes para introducir todos los vehículos participantes, la lista no ha llegado a la frontera, y parece que no llegará hasta el lunes. Así que el lunes me tocará volver en autobús de nuevo a la frontera y volver a entrar, esta vez con el coche y desandar el camino. Ya veremos si todo se cumple.

De momento son dos días casi totalmente perdidos. Hablé con el contacto que me indicaron en la organización, que se llama Bob, y me aseguró que el lunes los papeles están en la frontera seguro, y que si hoy no los han recibido es porque el fin de semana no trabajan las autoridades; aunque la frontera, en realidad, está abierta siempre, como le dijeron a Pilar en la Embajada. Y, ya lo sabes, si quieres participar en el Mongol Rally 2010, planifica tu llegada y no vayas a aparecer por la frontera un sábado.

Y para colmo, Darkhan no vale nada y el hotel tampoco. Aquí si que nadie habla una palabra de inglés y tampoco tengo buena señal de Internet, va muy lento y no me permite mandar fotos. Así que como no tengo material de producción propia, os invito a contemplar un par de vídeos encontrados en Youtube, para ir matando el tiempo. Uno recoge fotos de Mongolia, aunque de un modo un poco romántico para mi gusto; el otro está grabado por unos voluntarios que trabajan en los orfanatos mongoles, el tipo de orfanato al que va dirigida la ayuda de este Rally Mongol.

Espero que se me pasen pronto estas cuarenta y ocho horas perdidas. Bezos a todos.