45. UNA ACTUALIZACIÓN, CON DESPEDIDA Y CIERRE

¡Adiós, compañero!

Ayer colgué lo que yo suponía el último post tal como lo tenía pensado. De todas formas, ahora al repasarlo, noto que me ha quedado un regusto amargo y el entusiasmo no es todo el que debería tener en estos momentos. Pues debo hacer una aclaración, para ser justos.

Efectivamente yo estoy en Ulan Bator. Pero, la realidad es que a lo largo del día de ayer, lunes, la organización fue incapaz de gestionar la entrada del coche en Mongolia. Dicen que es porque el ministro de aduanas estaba desaparecido, lo mismo que me dijeron el viernes cuando afirmaban que ya había firmado.

He esperado todo el fin de semana en Darkhan, pero ante la posibilidad de que esta situación se prolongara indefinidamente decidí entregar o dejar el coche, con gran dolor de mi corazón, en la aduana de entrada al país, y que la organización se encargue de recuperarlo para sus fines. Así que el coche, mi coche, infatigable compañero de viaje se ha quedado allí definitivamente, en la frontera. Hoy entregaré las llaves y la documentación a un tal Bob, el contacto de la organización que se hará cargo de los últimos trámites. Otros tres equipos hicieron lo mismo ante el hecho de no tener garantías de que el problema de paso se pueda resolver ni en horas ni en días, como me temo que será. Este problema les pasa también a los equipos que entran por la frontera oeste, que tampoco les dejan pasar. No parece que seamos bien recibidos.


Es una pena que la aventura y, lo que es peor, su parte benéfica, quede así un poco desvirtuada por la incapacidad de las autoridades del país en dejarse ayudar –son recalcitrantes hasta en su pobreza-, y en parte por la incapacidad de la organización de dejar estos temas atados. Pero yo he cumplido y así lo siento. En el primer avión que pille me iré de vuelta para Madrid, dando por finalizada mi aventura en el Mongol Rally de una manera un poco agridulce.

Un abrazo muy grande a todos, nos vemos en unos días. Y, antes de poner el fin, os dejo unas últimas fotos, para que quede constancia de que yo también he fotografíado los inevitables camellos y tiendas de los nómadas mongoles.

A C T U A L I Z A C I Ó N

De nuevo tengo que rectificar... ¡Dónde dije digo, digo Diego!. Bob, de la organización, y los componentes de los otros equipos que han llegado hasta aquí, me han convencido para quedarme hasta mañana. Quieren hacer las fotos oficiales conmigo, puesto que he sido el primero en llegar, y mis compañeros me respetan la posición. La verdad es que tengo ganas de volver a casa, pero después de haber llegado hasta aquí, sabiendo que no es fácil que vuelva alguna vez, me quedaría insatisfecho y un poco triste, si me voy así, dejando el coche en la frontera y sin las satisfacción del deber cumplido.

Lo siento por vosotros, mis lectores, a los que estoy loqueando; espero que sepáis comprender que al escribir este blog casi en tiempo real, son muchos los cambios que le he tenido que dar a este supuesto post final. Espero, y ahora sí, que mañana sea la "refinitiva". Por hoy nada más. Besos.