
He tenido que ayudar a un participante, casi un crío; un chico canadiense que se había perdido. Mi inglés me ha servido de mucha ayuda para explicarle que no se moviera de mi lado, hasta hallar a los otros miembros de su equipo. Cuando encontramos a sus compañeros no perdió mucho tiempo en darme las gracia. Pero no importa, son muchas las emociones y los nervios para andar con cortesias.
El ambiente es muy agradable, de gran compañerismo, pero... ¡otra vez a dormir en la tienda!.Gracias a todos por vuestros comentarios, me hace mucha ilusión saber que alguien, en mi querida España, se preocupa y se acuerda de mi. Mañana empezará lo más duro. Realmente el Mongol Rally empieza aquí. Besos a todos y un saludo muy especial a mi mujer, mis hijas y mi nieta, que me sigue a diario. ¡Estoy aquíiiiiiiiiiiiiiiiiiii!, jajaja.


Que bien te veo Arturo...al final le vas a coger gusto a lo de la tienda y tó!!Si es que ya te veia yo con ganas de estrenarla cuando la montamos en el jardín jejeje!!
ResponderEliminarQue sepas que ya le he enseñado a tu nieta "el punto rojo" chinonino (musica de peli de miedo jeje)!!
Un abrazo y echa la cremallera que no te entre NADA ni NADIE!!!
Tu yennnnnnnnno!!!